El Fondo de Inversión Pública (PIF, por sus siglas en inglés) de Arabia Saudí, uno de los fondos soberanos de inversión más grandes del mundo que tiene como objetivo diversificar la economía del país, ha comprado el 5,01 % de Nintendo, según ha revelado un documento del ministerio de Finanzas japonés. La operación está valorada en 2.855 millones de euros y transforma al fondo controlado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman en el quinto accionista de la compañía japonesa, según informa Bloomberg.
El tema es que Arabia Saudí y su dinero están acompañados de polémica debido a su falta de transparencia y el desprecio que el régimen monárquico tiene por los derechos humanos (tortura, discriminación de la mujer, castigos corporales, esclavitud…). A todo ello debemos sumarle el asesinato del periodista y disidente saudí Yamal Jashogyi.
Veremos como repercute todo esto en la siempre fama "familiar e infantil" de la compañía nipona.
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